Ohhh, cuánta ternura!! en mi caso fue al revés, mi éxodo del campo a la ciudad, por motivos superiores. Recuerdo que mis amigas de la gran ciudad me decían que parecía a Cocodrilo Dundee cruzando estas avenidas tan enormes, aquí todo es de un ritmo muy frenético y no se escucha el silencio por ningún sitio.
Me ha encantado el relato, y eso, pues nos haces recordar y sentir, que no es poco, y regalarnos este momento. Un abrazo amorcita 🩷
En los primeros años en los que viví en un pueblo, algo más grande que el tuyo, tenía la sensación de estar en eternas vacaciones. El contacto con la naturaleza alarga el tiempo y te hace más consciente del cambio de estaciones y de sus manifestaciones. La convivencia con los vecinos tiene la parte buena que también describes, aunque en ocasiones puedas echar de menos algo de intimidad. En fín, creo que es una experiencia enriquecedora y me alegra mucho que la estés disfrutando.
María, me encanta lo que cuentas y cómo lo cuentas aunque a mí no me gustarías vivir tan "encorsetado". ¿Cuando vas a hablar de la morcilla y de los chorizos?. Un beso.
Durante unos años viví en un pueblo algo más grande, pero es verdad que tenía la certeza de que todo el mundo sabía más de mi vida que yo de la de ellos. Eso tiene muchas ventajas pero también algunos inconvenientes.
En esa época los días me parecían mucho más largos y lo que más me gustaba era ser consciente del cambio de estaciones, pero no de las de tren. La primavera, el otoño, los primeros brotes o cómo cambiaba la luna.
Me encanta cómo lo cuentas, todo lo que me haces evocar leyéndote.
María me ha encantado leerte una vez más porque yo también he sentido algo parecido pero al contrario
Me vine del pueblo a la capital de la costa del sol nada menos
Allá donde estés encontrarás espacio si eres abierta de mente y sobre todo de corazón. Un abrazo preciosa😘
Ohhh, cuánta ternura!! en mi caso fue al revés, mi éxodo del campo a la ciudad, por motivos superiores. Recuerdo que mis amigas de la gran ciudad me decían que parecía a Cocodrilo Dundee cruzando estas avenidas tan enormes, aquí todo es de un ritmo muy frenético y no se escucha el silencio por ningún sitio.
Me ha encantado el relato, y eso, pues nos haces recordar y sentir, que no es poco, y regalarnos este momento. Un abrazo amorcita 🩷
En los primeros años en los que viví en un pueblo, algo más grande que el tuyo, tenía la sensación de estar en eternas vacaciones. El contacto con la naturaleza alarga el tiempo y te hace más consciente del cambio de estaciones y de sus manifestaciones. La convivencia con los vecinos tiene la parte buena que también describes, aunque en ocasiones puedas echar de menos algo de intimidad. En fín, creo que es una experiencia enriquecedora y me alegra mucho que la estés disfrutando.
*tan bien describes...
María, me encanta lo que cuentas y cómo lo cuentas aunque a mí no me gustarías vivir tan "encorsetado". ¿Cuando vas a hablar de la morcilla y de los chorizos?. Un beso.
Me gusta mucho leerte Maria, disfruto.
Gracias <3
Durante unos años viví en un pueblo algo más grande, pero es verdad que tenía la certeza de que todo el mundo sabía más de mi vida que yo de la de ellos. Eso tiene muchas ventajas pero también algunos inconvenientes.
En esa época los días me parecían mucho más largos y lo que más me gustaba era ser consciente del cambio de estaciones, pero no de las de tren. La primavera, el otoño, los primeros brotes o cómo cambiaba la luna.
Me encanta cómo lo cuentas, todo lo que me haces evocar leyéndote.
No lo dejes nunca ❤️
Me encanta Pilar! y estos momentos de señora son todo en la vida... Paramos el tiempo para disfrutarlo de verdad, escucharnos,...